Como Dios

  • Por:
  • Carlos Sánchez Almeida


Dicen que la Presidenta de Microsoft Ibérica, poco antes de dejar su cargo, soltó una frase bíblica: "El ASUS Eee PC 701 es ideal para regalar en una comunión y quedar como Dios".

Siempre he pensado que la mejor forma de conseguir que los hijos se nos vuelvan ateos de pro es darles una buena educación religiosa: hagamos lo que hagamos por ellos, siempre decidirán llevarnos la contraria. Si se les da una educación liberal en un colegio laico, se meten en una secta en cuanto cumplen la mayoría de edad. Si por el contrario, estudian en un colegio religioso, aprenderán bien rápido las dos asignaturas claves en su vida: eludir prohibiciones y comportarse como un perfecto hipócrita.

La opción estaba clara: si le regalaba a mi hijo un Asus EeePC con XP, en pocos años odiaría profundamente el Sistema, por aquello de llevar la contraria. Iluso de mí: los únicos experimentos sociales que funcionan son los que llevan a cabo los hijos con los padres, nunca al revés.

Asus y Microsoft se conjuraron para llevar a mi hijo por la senda del mal. Por razones de mercadotecnia nunca aclaradas, los consumidores españoles han sido tratados como habitantes del Tercer Mundo. El Asus Eee PC llegaría a España tarde y mal: mucho más caro que en América y con poquísimas unidades, para que nos tuviésemos que pegar en las tiendas como si hubiese rebajas.

Sólo me quedaban dos opciones: una consola o un reloj. Y en esto se nos apareció el Espíritu Santo, en forma de Airis Kira...

El mismo precio del Asus, el doble de memoria RAM y el doble de batería. Más feo, eso sí: más que la Biblia parece un Necronomicón. Y además le caben tarjetas Memory Stick, para poderle meter "copias de seguridad" a la PSP.

Se calienta menos que el Asus, pero también hace más ruido. Llevamos mes y medio cambiándole versiones de Linpus, cambiando la BIOS, leyendo mil y un foros. Pero qué le vamos a hacer: mi hijo se niega en redondo a renunciar al pingüino.

Por el camino, me he comprado un Asus para el despacho. Todo ha sido mucho más fácil, especialmente la conectividad 3G con un modem USB de Vodafone. Pero qué quieren que les diga, me miro en el espejo con él y se me pone cara de gil.

Y el pequeño demonio que tengo en casa no para de reírse de mi.